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Embotella el vino. Todo debe esterilizarse en este proceso. El 90 % de los procesos de elaboración de vino fallidos están relacionados con una mala limpieza o una higiene inadecuada.[3] Para esterilizar tu equipo, lávalo con una solución de metabisulfito.[1] Cuando esté esterilizado, procede a extraer el vino y a almacenarlo usando botellas y corchos esterilizados.
- Para elaborar la solución de limpieza de metabisulfito: disuelve 1 cucharadita de metabisulfito en un galón de agua. Lava todo tu equipo con esta solución y luego enjuágalo bien con agua caliente. Después de la limpieza, usa pinzas o guantes esterilizados para manipular el equipo.
- Asegúrate de usar botellas verdes para el vino rojo, ya que este es sensible a la luz.
- Cabe resaltar que algunas personas son alérgicas a los sulfitos. También puedes hervir tu equipo para esterilizarlo.
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